Para el KIETO no existe un héroe, hay un equipo de trabajo…
El Kolectivo KIETO ha estudiado ciertos aspectos psicológicos de uno de los mayores condicionantes de las exploraciones en Simas “el equipo humano” .
“Tú solo no puedes, con amigos sí.”
La idea de que todos formamos parte de algo “grande” es fundamental (también eso nos hace sentirnos grandes).
La posibilidad de un cambio estructural (también “jerárquico”), se facilita por la cohesión y la motivación de las personas que integran el equipo (y eso hay que trabajárselo, lleva implicación y tiempo).
Esta capacidad de adaptación y evolución viene dada por:
Unas tareas claras para todos y el compromiso logrado hacia el equipo y sus objetivos. También ayuda el conocimiento y la capacidad técnica de las personas.
Una estructura “suficiente” de comunicación. El conflicto grupal es inevitable, pero no necesariamente “negativo”, se muestra como negativo cuando lo que falla es la comunicación
La flexibilidad estructural del equipo, lograda tras el trabajo de planificación del proyecto y que aseguraba un amplio conocimiento por parte de todos de los objetivos genéricos y de la tarea de los demás. Esto es “gratis”, se produce forma natural a nuestro modo de planificar e incrementa la capacidad de decisión y ejecución del equipo.
Los líderes “emergen” ante las tareas aunque (a pesar que) exista un líder estructural (“jerárquico”). En situaciones hostiles (“horribles”) las decisiones importantes se toman por consenso, o “aparece” un líder orientado a la tarea en momentos “clave” (más “horribles” que lo normal, vamos cuando hay problemas de verdad)
La condición “indispensable” es la construcción del equipo:
Definir unos objetivos comunes, claros y realistas. Mantienen la motivación a largo plazo.
Definir tareas y responsabilidades claras, con roles complementarios, pero asegurarse que todos saben de la tarea de todos.
Construir un lenguaje común. “Tú solo no puedes, con amigos sí”, tiene un significado especial para los que estuvimos aquel verano en la cueva. Y todavía lo tiene.
Encontrar momentos para reír juntos.
Lograr un sentido de pertenencia, que las personas se vean a sí mismas como un equipo, como un “algo grande” que logra “cosas grandes”.
La magia está en la comunicación, que se muestra como el elemento central que asegura la permanencia y la evolución del equipo.